La historia del por qué algunos religiosos no consumen carnes rojas

Algunos escritos sagrados contienen referencias destacadas al pescado, especialmente en el episodio del milagro de los panes y los peces. Por esta razón, los seguidores cristianos en esta temporada deben optar por consumir pescado.

Por otro lado, en otros textos sagrados, la carne se asocia con el cuerpo de Jesucristo en el día de su crucifixión. Esta interpretación ha llevado a considerar como una falta de respeto consumir carne durante la Cuaresma y Semana Santa, elevando este acto al nivel de pecado.

Según el canon 1249, se han establecido algunos días penitenciales con el fin de que todos los fieles participen en alguna práctica común de penitencia, en los que se dediquen especialmente a la oración y realicen obras de piedad y caridad para unirse en la fe.

Uno de los ritos más conocidos es el ayuno y la abstinencia, que se realiza durante los ocho días que componen la Semana Santa. 

Según el Canon 1251, a menos que coincida con una solemnidad, es obligatorio que todos los viernes se observe la abstinencia de carne o algún otro alimento que haya sido determinado por la Conferencia Episcopal. La abstinencia de carne se practica el Miércoles de Ceniza, que da inicio a la Cuaresma, y el Viernes Santo, que es el día en que se recuerda la muerte de Jesucristo. 

Durante estos días, los fieles evitan las carnes rojas y de ave, incluso en sopas o cremas. Además, en el Viernes Santo, muchos consideran que solo se debe tener una comida durante el día y que, luego de esta, se pueden comer dos platos pequeños, siempre y cuando no equivalgan al peso de una regular. Esta práctica se realiza como signo de purificación y reflexión.

La Semana Santa abarca diversos días con distintas connotaciones religiosas:
●     Domingo de Ramos: se celebra la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.

●     Lunes Santo: se conmemora la expulsión de los mercaderes del Templo de Jerusalén por Jesús.

●     Martes Santo: se recuerda el anuncio de las Negaciones de San Pedro y la traición de Judas a los discípulos de Jesús.

●     Miércoles Santo: se evoca la conspiración de Judas y el Sanedrín para traicionar a Jesús por 30 monedas de plata.

●     Jueves Santo: en la última cena, Jesús ora en el huerto de Getsemaní antes de ser detenido.

●     Viernes Santo: se conmemora la prisión, el vía crucis y la crucifixión de Jesucristo.

●     Sábado Santo: se espera la resurrección de Cristo tras su fallecimiento.

●     Domingo de Resurrección o de Pascua: se celebra la resurrección de Jesucristo.
Sin embargo, la Iglesia exime de la abstinencia y el ayuno a algunos grupos, como aquellos que tienen problemas mentales, los enfermos, los frágiles, las mujeres embarazadas o lactantes, los obreros según su necesidad, los invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente causando enemistad u otras situaciones morales, o aquellos que tienen la imposibilidad física de mantener el ayuno. 

La ley de la abstinencia obliga a los fieles que han cumplido 14 años, mientras que la del ayuno se aplica a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido 59 años. 

Desde la Fe detalla la celebración del Jueves Santo por la Iglesia Católica. 

El día comienza con la Misa Crismal, en la que los sacerdotes renuevan sus promesas hechas en el día de su ordenación y se consagran los Santos Óleos. Luego, se celebra la Misa de la Última Cena, donde se conmemora la Institución de la Eucaristía y se da inicio al Triduo Pascual, que incluye la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús (viernes, sábado y Domingo de Pascua).

Finalmente, el Domingo de Pascua se deja de lado la abstinencia y el ayuno porque se considera un día de celebración y se acostumbra a festejar la resurrección de Jesús en familia con una gran comida.