Una inyección de ketamina tras el parto podría reducir en un 75% la depresión posparto, revela un estudio

La depresión posparto, una preocupación creciente en la salud global, ha encontrado un posible aliado en una intervención novedosa: una única inyección de baja dosis de esketamina administrada inmediatamente después del parto. Este enfoque, revelado por un estudio colaborativo entre científicos de China y Estados Unidos, muestra un potencial significativo para reducir los episodios depresivos mayores en madres que han experimentado depresión prenatal.

Publicado en la revista 'BMJ' la semana pasada, el estudio destacó la eficacia de la esketamina, un derivado de la ketamina comúnmente utilizado como anestésico y en el tratamiento de la depresión. Entre las 361 madres participantes, aquellas con antecedentes de depresión prenatal recibieron una sola dosis de esketamina justo después del parto, como parte de un estudio ciego y controlado con placebo realizado en cinco hospitales chinos durante dos años.

Los resultados revelaron que las mujeres que recibieron esketamina tenían un 75% menos de probabilidades de experimentar episodios depresivos graves a los 42 días postparto en comparación con aquellas que recibieron placebo. A pesar de algunos efectos secundarios leves como mareos y visión doble, que desaparecieron rápidamente, la esketamina se mostró como una opción segura y eficaz para mitigar la depresión posparto.

El doctor Rupert McShane, profesor asociado de psiquiatría de la Universidad de Oxford, destacó la singularidad de esta intervención: "Una sola dosis de esketamina intravenosa es extraordinariamente segura, eficaz y barata para las mujeres con riesgo de empeoramiento de la depresión tras el parto". Sin embargo, planteó el desafío de garantizar la financiación para el seguimiento, a fin de maximizar los beneficios y minimizar los riesgos en el Reino Unido.

La depresión posparto afecta a aproximadamente una de cada diez mujeres después del parto, con síntomas que incluyen tristeza intensa, ansiedad, agotamiento y dificultad para establecer vínculos afectivos con el bebé. Aunque el tratamiento actual involucra terapia de conversación y antidepresivos tradicionales, estos pueden tardar semanas en surtir efecto, lo que subraya la importancia de investigar y adoptar nuevas estrategias terapéuticas como la esketamina.