Protesta Israelí contra reforma judicial.

El grupo de artistas que pintaron la calle se encontraban vestidos de overoles blancos y máscaras, realizando dicho acto como protesta a la reforma judicial. 

Sin embargo, ellos no fueron los únicos otra protesta frente al Parlamento concentró a más de 70.000 personas e informaron que cientos de empresas y comercios decidieron no trabajar.  Este fenómeno coincide con la aprobación de la reforma, donde se avaló la primera lectura mucho antes para convertirse en ley.

La iniciativa prevé además la denominada "cláusula de anulación", que implicaría que una mayoría simple de diputados en el Parlamento pueda derogar los fallos emitidos por el Tribunal Supremo por lo que quienes se oponen al plan creen que la reforma erosionaría la separación de poderes y debilitaría las bases formales de la democracia israelí.

Yair Lapid, ex primer ministro y el representante de la oposición advirtió: "quiere convertir al Estado de Israel en una oscura dictadura": "No nos quedaremos callados mientras destruyen lo más valioso que tenemos", dijo Lapid a la multitud.

También se hizo presente el ex ministro de defensa, Benny Gantz, quien destacó que estos días eran decisivos para Israel.