El Misterio del Pulpo: Tres Corazones y un Intrigante Baile Acuático

Los pulpos, criaturas que han capturado nuestra atención con su inteligencia y anatomía única, albergan un misterio adicional: poseen tres corazones.

Comunidad23/11/2023Ahora NoticiasAhora Noticias
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Foto: Freepik

Este curioso rasgo no es exclusivo de los pulpos, ya que sus parientes cercanos, como calamares y sepias, comparten esta particularidad cardiovascular. El corazón más grande, llamado corazón sistémico, se encuentra en el centro del cuerpo del pulpo y se encarga de bombear sangre oxigenada por todo el organismo, excepto hacia las branquias.

Dos corazones más pequeños, conocidos como corazones branquiales, están conectados a cada branquia del pulpo. Aunque su tamaño es modesto, desempeñan un papel crucial al bombear sangre a través de las branquias. La necesidad de tres corazones en el pulpo surge de la solución a un problema común: la presión arterial baja. Al igual que los humanos necesitan cuatro cámaras en el corazón para mantener la presión sanguínea adecuada, los pulpos requieren este sistema tricameral para optimizar la circulación de la sangre.

Cuando las branquias extraen oxígeno del agua, los corazones branquiales bombean sangre pobre en oxígeno a través de ellas. Sin embargo, la sangre rica en oxígeno que sale de las branquias sale a baja presión. Para superar este obstáculo, los pulpos cuentan con un tercer corazón después de las branquias, encargado de volver a presurizar la sangre para que pueda ser eficientemente distribuida por todo el cuerpo.

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Este fenómeno encuentra un paralelo en los humanos, donde el problema de la baja presión arterial se resuelve a través de la estructura multicameral del corazón. Mientras que los pulpos optan por varios corazones, los humanos confían en un corazón con múltiples cámaras. Ambos enfoques demuestran cómo la evolución ha encontrado soluciones ingeniosas para desafíos comunes.

Un detalle curioso adicional es que los corazones de los pulpos se detienen por breves momentos cuando nadan, aunque aún persiste el misterio sobre la razón de este fenómeno. Algunos científicos sugieren que detener temporalmente los corazones mientras nadan podría ser una estrategia para contrarrestar la presión ejercida sobre ellos durante este ejercicio.

Otra singularidad del sistema circulatorio de los pulpos es que su sangre es azul, en contraste con la sangre roja de los humanos. Esta diferencia se debe al uso de hemocianinas, proteínas a base de cobre, para transportar oxígeno en la sangre de los pulpos, en lugar de la hemoglobina a base de hierro utilizada por los humanos. Este hecho distingue aún más a estos fascinantes habitantes del océano y destaca la diversidad de soluciones biológicas en el reino animal.

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