Sumergiéndose en la Esperanza: ¿Puede el Nado en Aguas Abiertas Combatir la Depresión?

Un innovador estudio a gran escala está en marcha con el objetivo de determinar si la natación en aguas abiertas puede ser un eficaz tratamiento para la depresión. Con la participación de cientos de individuos, este proyecto busca validar la hipótesis de que sumergirse en la naturaleza acuática puede reducir significativamente los síntomas de la depresión, ofreciendo así una alternativa rentable y práctica para mejorar la salud mental.

Antes de la pandemia de COVID-19, uno de cada diez adultos en el Reino Unido sufría de depresión moderada a severa. Sin embargo, durante la crisis sanitaria, esta cifra se elevó a casi uno de cada cinco entre marzo y junio de 2020. En este contexto, la necesidad de encontrar tratamientos efectivos y accesibles para la depresión se ha vuelto aún más urgente.

Basado en investigaciones previas que sugieren los beneficios terapéuticos de la natación en aguas abiertas, un equipo de expertos de la Universidad de Portsmouth y el Sussex Partnership NHS Foundation Trust ha puesto en marcha el proyecto "Outside". Este estudio, que sigue a un ensayo clínico exitoso realizado el año pasado, se desarrollará en 15 localidades de Inglaterra durante dos años y medio.

El objetivo principal del estudio "Outside" es determinar si el nado en aguas abiertas puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad en personas con depresión leve a moderada. Además, se evaluará si esta actividad mejora la atención plena y si es segura y rentable implementarla como parte del tratamiento para la depresión.

Con la organización de sesiones de natación en el marco de este proyecto en diversas localidades del Reino Unido, se espera reunir datos significativos que respalden la eficacia del nado en aguas abiertas como un tratamiento viable y beneficioso para la depresión.