Nuevos sospechosos en el naufragio del Bayesian: capitanes y tripulación bajo investigación

El naufragio del velero Bayesian, que ocurrió el pasado recuentemente frente a la costa de Porticello en Palermo, ha llevado a la Fiscalía de Termini Imerese a sumar tres nuevos sospechosos a la investigación. Además del capitán James Cutfield, ahora están siendo investigados el oficial de máquinas Tim Parker Eaton y el marinero del puente Matthew Griffith. Estos dos tripulantes se suman al capitán en las acusaciones de asesinato múltiple y homicidio involuntario, mientras las autoridades intentan esclarecer las causas del trágico incidente.

Tim Parker Eaton, ingeniero británico, es acusado de no activar los sistemas de seguridad que debían cerrar las escotillas del barco, lo que habría permitido la inundación de la sala de máquinas y el posterior apagón que contribuyó al hundimiento. Por su parte, Matthew Griffith, marinero francés de 22 años, está siendo investigado por supuestamente no haber alertado a tiempo sobre la tormenta que se avecinaba, contribuyendo así a la tragedia. La inclusión de estos nuevos sospechosos es un paso previo para que la Fiscalía pueda encargar las autopsias de las siete víctimas del naufragio, un proceso que se ha retrasado.

La investigación liderada por el fiscal jefe Ambrogio Cartosio está enfocada en determinar todas las responsabilidades relacionadas con el hundimiento. Además del capitán y la tripulación, se revisarán las posibles responsabilidades de quienes supervisaron la embarcación y del constructor del yate. La lista de sospechosos podría ampliarse en los próximos días, con el primer oficial del barco, Tijs Koopman, como potencial nuevo investigado.

Mientras tanto, el capitán Cutfield, quien hasta ahora era el único sospechoso en la investigación, espera la entrega de su pasaporte para regresar a Mallorca, donde reside con su esposa. Aunque el capitán ha ejercido su derecho a guardar silencio durante los interrogatorios, se ha mostrado emocionalmente afectado. Sus abogados trabajan en su estrategia de defensa mientras se prepara para abandonar Italia, ya que no se han impuesto medidas cautelares en su contra.

El excapitán del velero, Stephen Edwards, ha ofrecido su versión sobre el naufragio, sugiriendo que la inclinación del barco podría haber sido la causa del hundimiento, y descartando que la escotilla abierta fuera un factor determinante. Edwards y Cutfield coinciden en que la inesperada tormenta, conocida como "tromba de agua" o "vendaval", jugó un papel crucial en el desastre. La investigación continúa mientras la comunidad marítima y los familiares de las víctimas buscan respuestas y justicia por la tragedia ocurrida en el Mediterráneo.