Cárcel para Exoficial de Inteligencia en Canadá por Revelar Secretos Nacionales

Condena de 14 Años para Cameron Jay Ortis, Exdirector de la Unidad de Investigaciones de la Policía Montada de Canadá

Internacionales08/02/2024Ahora NoticiasAhora Noticias
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Imagen: Spencer Colby/AP

Un exoficial de inteligencia de la Policía Montada de Canadá, Cameron Jay Ortis, fue condenado a 14 años de prisión por violar la ley de protección de secretos de Estado. Ortis, de 51 años, ocupaba el cargo de director de la unidad de investigaciones, encargada de recabar información clasificada sobre ciberdelincuentes, células terroristas y redes criminales transnacionales.

El juez Robert Maranger, de la Corte Superior de Ontario, anunció la sentencia el miércoles, especificando que se descontará el tiempo ya pasado en prisión, dejando a Ortis con siete años y 155 días de condena. Ortis fue hallado culpable por un jurado en noviembre pasado de tres cargos de violar el Acta de Seguridad de Información y un cargo de intento, además de violación de confianza y uso fraudulento de computadora.

A pesar de declararse inocente de todos los cargos, Ortis fue acusado de revelar información clasificada en 2015 a tres individuos y de intentar hacerlo nuevamente en otra ocasión. Aunque la fiscalía no pudo identificar un motivo claro para sus acciones, se argumentó que Ortis carecía de autoridad para revelar material clasificado y no lo hacía como parte de ninguna operación encubierta legítima.

Durante el juicio, Ortis insistió en que ofreció materiales secretos a otros con el propósito de utilizar un servicio cifrado en línea, creado por una agencia de inteligencia aliada, para espiar a adversarios. La fiscalía, sin embargo, destacó que sus acciones no estaban respaldadas por ninguna autoridad y que no formaban parte de una operación encubierta legítima.

En enero, la fiscal Judy Kliewer sugirió una sentencia de entre 22 y 25 años, mientras que el abogado defensor Jon Doody argumentó que su cliente debería ser condenado a poco más de siete años. La sentencia final busca enviar un mensaje claro sobre la efectividad del sistema canadiense de protección de secretos y la gravedad de las acciones de Ortis.
 
 
 

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