Diplomáticos europeos, incluido el Embajador de Alemania, evacúan Haití ante la creciente violencia

La situación de seguridad en Haití ha alcanzado niveles críticos, llevando al Embajador de Alemania y otros diplomáticos europeos a abandonar precipitadamente Puerto Príncipe, según anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores en Berlín. Ante la ausencia de liderazgo gubernamental, las pandillas han intensificado su lucha por el control del país caribeño, generando una espiral de violencia que ha forzado a los diplomáticos a trasladar temporalmente sus operaciones a República Dominicana.

Las calles de Puerto Príncipe se han transformado en zonas sin ley, con bandas armadas que controlan la mayoría de la capital, obligando a la población a limitar sus movimientos. La incertidumbre prevalece, y la frase "hasta mañana, si Dios quiere" ha dado paso a "hasta mañana, si los bandidos quieren". Ante el aumento de la inseguridad, los ciudadanos viven con el temor constante de convertirse en víctimas de secuestros, robos, violaciones o ataques armados.

La imposición del estado de emergencia en la zona metropolitana de Puerto Príncipe ha provocado la desaparición de la vida nocturna, dejando las calles desiertas al caer la noche. Los comerciantes abandonan precipitadamente sus puestos, convirtiendo las aceras en un mercado público donde la basura y la suciedad compiten con la mercancía. En este contexto, la población se apresura a regresar a sus hogares, enfrentando calles hostiles que, alguna vez, fueron su fuente de sustento, reflejando la desesperante realidad de que "buscar la vida destruye la vida" en Haití.