En la actualidad: alto riesgo de suicido en adolescentes por depresión severa

La psiquiatra infantojuvenil chilena, Ana Marina Briceño, habla a través de su profesionalismo y además de una experiencia propia, ya que en el año 2019 su hija fue diagnosticada con Trastorno Ansioso Depresivo. "Estamos frente a una situación muy grave y que tiene prácticamente colapsados los sistemas de salud. Hoy es difícil pensar que existe una familia donde no haya un adolescente que sufre de trastornos mentales", comenta la psiquiatra Briceño. 

Más de 10 adolescentes pierden la vida cada día por esta razón en la región, la cara triste de este fenómeno es el suicidio, estadísticamente 16 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años padecen algún trastorno mental según constata el último informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Hipotéticamente, privar a adolescentes de la interacción social en una etapa fundamental de sus vidas suele ser muy complejos para ellos 

En entrevista con BBC Mundo, Briceño, autora de «Depresión en adolescentes: cómo acompañarlos a enfrentar esta enfermedad y las claves para prevenirla», comparte sus ideas del alarmante aumento, las medidas preventivas que se pueden tomar y cómo los familiares deben acompañar a los jóvenes que padecen trastornos mentales.

Ante la pregunta ¿Cómo se puede identificar que un adolescente sufre de depresión?, La profesional comenta: “Yo diría que lo importante es estar atentos a los cambios de comportamiento. Pero no a los cambios de uno o dos días, pues esos son transitorios y sí son propios de la adolescencia, sino a los que van más allá de una o dos semanas.” 

             

Entre los síntomas más comunes de la depresión es la irritabilidad de las personas, no solo la falta de ánimo y el desgaste físico, son capaces de salir hasta de ir a fiestas, pero el enojo y cambios de humor son síntomas muy notables. 

Lo primero que hay que tener claro es que no por aplicar todas las medidas preventivas vamos a lograr que un adolescente no se deprima. La idea es poder disminuir los riesgos, pero el riesgo cero no existe, nos explica Briceño.

Como principal medida preventiva se debe normalizar el pedir ayuda, se puede fomentar hábitos como cuando éramos niños, comer en familia, dormir bien, alimentarse bien, etc. 

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos que sufren de algún trastorno de salud mental?

El primer paso es ponerse en manos de un profesional, él te guiará para saber que hacer ya sea con un psicólogo o un psiquiatra. 

Cuando la actitud de los padres es de poca comprensión o empatía, y ven esto como una debilidad o fragilidad, se les debe concientizar que son enfermedades que le pueden suceder a cualquiera. 

Por otro lado, el uso de antidepresivos en jóvenes ha aumentado, lamentablemente con el incremento de la depresión, el uso de la ayuda farmacológica ha sido mucho más necesario, lo que no quiere decir que con el aumento de los casos depresivos se recetan más pastillas, sino que se destaca la severidad de la depresión actual. 

La psicóloga hace énfasis en que la autoagresión y autoflagelación son síntomas muy concretos de una depresión severa, pero el riesgo del suicidio es cada vez más intenso y cualquier intento de minimizarlo genera más vulnerabilidad.  Muchas veces los padres caen en estado de negación y no se permiten aceptar la condición en la cual está su hijo, poniéndolo cada vez más en riesgo y dejan de entender que es un riesgo real. 

El consejo que la profesional da para personas que estén experimentando este tipo de situaciones con los adolescentes es “Escuchen en todo momento. Estén atentos. Muchas veces hay una disociación entre lo que ven los padres y lo que sienten los hijos.”