China ha probado su nuevo propulsor para su cohete Long March 9

China probó recientemente un nuevo propulsor para su cohete Long March 9 con planes de instalar una base permanente en la Luna.

Internacionales10/09/2022Ahora NoticiasAhora Noticias
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La intención de China es enviar a humanos a la Luna antes de 2030 con un Long March 9.AP

Este avance para la nación asiática es fundamental en la carrera espacial de las potencias mundiales, sobre todo después de que la NASA retrasara el lanzamiento del Artemis I hasta finales de este año. Según el South China Morning Post, el equipo de diseño de la hélice aseguró que la prueba del martes pasado fue un "éxito completo". Los resultados de las pruebas fueron impulsados ​​en gran medida por los motores, que serán clave para el nuevo cohete pesado de Asia, que transportará astronautas y la maquinaria necesaria para establecer una base para el satélite natural de la Tierra.

 El motor que probaron para Long March 9 era equivalente al RL-10B2 que se encuentra en la segunda etapa del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA. De hecho, el turbocompresor también se encuentra en la segunda etapa del cohete chino, donde no hay aire para encender el combustible, y utiliza hidrógeno y oxígeno como los motores del SLS. La principal diferencia entre el cohete chino y el propulsor de la NASA es que el primero es más grande y tiene una tecnología más moderna. Como resultado, la versión asiática tiene más potencia, con 25 toneladas de fuerza en comparación con las 11 toneladas del RL-10B2. Para lograr este resultado dentro de sus capacidades, el equipo de investigación dirigido por el ingeniero Chu Baoxin tuvo que superar grandes desafíos. Según un estudio publicado en el Journal of Rocket Propulsion, es muy difícil controlar al máximo la presión de hidrógeno en un motor tan grande.

 Para lograr buenos resultados, Chu explica que tuvieron que crear “un nuevo intercambiador de calor que consta de muchos componentes en forma de costilla para absorber el calor de la superficie de la cámara de combustión y pasarlo a hidrógeno líquido con una eficiencia sin precedentes”.

 El equipo utilizó una nueva aleación de titanio y tecnología de impresión 3D para fabricar el intercambiador de calor. A través de este proceso, Chu dice que han creado “una superficie extremadamente lisa que puede acelerar el intercambio de calor mucho más rápido que los componentes tradicionales”.

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