Fugas de aire en la ISS plantean riesgos de fallo estructural, pero Rusia minimiza la gravedad

NASA alerta sobre un posible colapso catastrófico en el módulo ruso, mientras que Roscosmos considera el problema como controlable.

Tecnología19/11/2024Ahora NoticiasAhora Noticias
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Foto: SCIEPRO/Getty Images

La Estación Espacial Internacional (ISS) enfrenta uno de sus mayores desafíos de seguridad en 25 años de operaciones. Según informes de la NASA, las fugas de aire en la estación han alcanzado niveles críticos, siendo la más preocupante la que afecta al módulo ruso Zvezda, específicamente en el vestíbulo PrK, utilizado para el acoplamiento de naves. Esta fuga fue detectada en 2019, pero su tasa ha aumentado significativamente, duplicándose el aire perdido de medio kilo a más de dos libras por día. La Oficina del Inspector General de la NASA calificó este problema como el mayor "riesgo de seguridad" para la estación, lo que ha generado una creciente preocupación sobre la integridad estructural del módulo y, potencialmente, de toda la estación.

A pesar de las alertas, las agencias espaciales de Estados Unidos y Rusia mantienen opiniones encontradas sobre la gravedad de la situación. La NASA advierte que el continuo aumento de las fugas podría llevar a un fallo estructural masivo, lo que pondría en peligro a los astronautas y la estabilidad de la ISS. Bob Cabana, presidente del comité asesor de la ISS, afirmó: "Roscosmos no cree que una desintegración catastrófica del módulo PrK sea realista, mientras que la NASA ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de un colapso". Según Cabana, no existe un entendimiento común entre ambas agencias sobre las causas de las fugas ni sobre la gravedad de sus consecuencias.

Por su parte, Roscosmos atribuye las fugas a "microvibraciones" causadas por los ciclos térmicos de la estación, un fenómeno natural derivado de la flexión del metal durante las variaciones de temperatura al entrar y salir de la luz solar. La agencia rusa asegura que las condiciones actuales no representan un peligro inminente para los astronautas, aunque la NASA insiste en que las implicaciones podrían ser mucho más serias a largo plazo.

Como medida temporal, los responsables de la estación espacial han decidido cerrar la escotilla que conecta los segmentos rusos y estadounidenses. Aunque esta solución evita mayores riesgos inmediatos, podría complicar las operaciones diarias, ya que limita la comunicación y el tránsito entre ambos módulos.
 
 
 
 

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