El megaproyecto petrolero Willow: una necesidad económica para Alaska.

A simple vista, la paradoja salta a la vista: Alaska, uno de los lugares del mundo más afectados por el cambio climático, acaba de aprobar un nuevo proyecto petrolero que contribuirá a aumentar la producción de combustibles fósiles, principal responsable del calentamiento global.

Internacionales04/04/2023Ahora NoticiasAhora Noticias
alaska petroleo_Mesa de trabajo 1

El proyecto Willow, aprobado por el gobierno de Joe Biden en marzo, pretende extraer 600 millones de barriles de petróleo en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, una de las zonas más salvajes de Estados Unidos ubicada a unos 300 kilómetros del círculo polar ártico. 

Durante la exposición preliminar del plan, la empresa petrolera hizo la petición de poder llevar a cabo cinco perforaciones para la obtención de petróleo. Sin embargo, el proyecto fue únicamente avalado para la realización de tres perforaciones, con la finalidad de establecer pozos para extraer hidrocarburos, petróleo.

Este proyecto ha sido criticado por grupos ecologistas que lo ven como un retroceso en la lucha contra el cambio climático, especialmente en un momento en que la Agencia Internacional de Energía advierte que los gobiernos deben frenar los nuevos proyectos de combustibles fósiles para evitar consecuencias catastróficas.

Durante sus 30 años de vida útil, el proyecto Willow se espera que genere alrededor de 280 millones de toneladas métricas de CO2, lo que equivale a añadir dos millones de automóviles de gasolina a las carreteras de EE.UU. cada año, según la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos.

Sin embargo, el proyecto ha recibido el apoyo de la Cámara de Representantes de Alaska, de los legisladores de ambos partidos que representan ese estado en el Congreso de EE.UU., de la mayoría de los grupos indígenas de Alaska y de los sindicatos, lo que refleja la compleja relación de Alaska con el sector de los hidrocarburos.

Desde que comenzó a explotar petróleo en 1979, el recurso se convirtió en un elemento central para Alaska, representando el 85% de sus ingresos durante décadas.

Aunque su producción ha disminuido en los últimos años, el petróleo sigue siendo importante para la economía del estado y para su transformación social y económica desde su descubrimiento.
 

El economista Gunnar Knapp señala que la economía de Alaska depende significativamente de la industria petrolera, la cual proporciona una fuente importante de financiamiento para el gobierno estatal a través de impuestos y regalías. 

Además, esta industria genera muchos trabajos bien remunerados y, desde que comenzó la explotación petrolera, Alaska creó el Fondo Permanente de Alaska, el cual está valorado en más de $75.000 millones de dólares en febrero de 2023. La riqueza petrolera ha permitido que los residentes de Alaska no paguen impuestos sobre la renta ni impuestos al consumo. Además, el mecanismo del Dividendo del Fondo Permanente permite que parte de las ganancias se distribuyan directamente y de manera equitativa entre los ciudadanos de Alaska, otorgándoles un cheque igual cada año. 

Sin embargo, debido a la caída de los ingresos por la disminución de los ingresos petroleros, los fondos del Fondo Permanente se han utilizado para financiar el gasto público.

Los principales actores en el conflicto se puede decir que son:
●     La compañía ConocoPhillips, a quien se le otorgó el permiso para realizar el proyecto.

●     El Gobierno de los Estados Unidos, el cual aprobó el proyecto.

●     La población local, la cual se encuentra dividida entre quienes apoyan el proyecto y quienes no.

●     Los grupos ambientalistas a nivel nacional e internacional, quienes ven en el proyecto un retroceso respecto a la lucha contra el cambio climático.


Según Knapp, el proyecto Willow es importante para Alaska, no solo por el aumento de ingresos y la creación de empleos, sino también por mantener en marcha otras explotaciones petroleras en el estado, ya que toda la industria petrolera depende del oleoducto Trans-Alaska. Si la producción petrolera continúa disminuyendo, podría llegar un momento en que ya no sea económicamente favorable o, incluso, posible seguir usando el oleoducto.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email