¿Sabes qué es realmente la economía circular?

¿Producir, usar y tirar? No, reducir, reusar y reciclar. El paradigma del actual modelo económico lineal podría estar llegando a su fin y su lugar será ocupado por la economía circular.

Economía07/07/2022Ahora NoticiasAhora Noticias
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Imagen de carácter ilustrativo y no comercial

El actual modelo de producción y gestión de recursos, bienes y servicios que busca potenciar un consumo a corto plazo está llevando al planeta a una situación insostenible.

El sistema económico vigente se desmarca diametralmente del ciclo de vida de la naturaleza y choca contra el desarrollo sostenible, enfocado a largo plazo. En la naturaleza no existen la basura ni los vertederos: todos los elementos cumplen una función de manera continua y son reutilizados para su aprovechamiento en diferentes etapas.

Tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, la economía circular es un nuevo modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo. Con la economía circular promovemos la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclándolos o dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos.

Hasta ahora hemos aplicado modelos de producción lineales, es decir, extraemos, producimos, consumimos y desechamos. La sociedad en la que vivimos hace que el ritmo de consumo se esté acelerando, se trata de un modelo rápido pero poco sostenible para el planeta.

La economía circular establece un modelo de producción y consumo más sostenible, en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos y pueden aprovecharse de forma recurrente, procurando con ello generar muchos menos residuos.

Como su propio nombre indica, la esencia de este modelo radica en que los recursos se mantengan en la economía el mayor tiempo posible, promoviendo que los residuos que generamos puedan servir de materia prima para otras industrias.
La idea de retroalimentación y de ciclos en sistemas en el mundo real es vieja y surge en varias escuelas filosóficas.

Resurgió en países industrializados después de la Segunda Guerra Mundial, cuando estudios computarizados de sistemas no-lineales han revelado la naturaleza compleja, conectada e imprevisible de nuestro mundo, que se parece más a un metabolismo que a una máquina. Habido en cuenta los avances recientes, las tecnologías digitales detienen en poder de apoyar la transición hacia una economía circular mediante el aumento radical de la virtualización, desmaterialización, transparencia e inteligencia generada por ciclos de retroalimentación.

El concepto de economía circular tiene unos orígenes profundamente arraigados y no se remonta a una única fecha o un único autor. Sin embargo, sus aplicaciones prácticas en los sistemas económicos y procesos industriales modernos han cobrado impulso desde finales de la década de los setenta, gracias a un pequeño número de académicos, líderes de pensamiento y empresas.

El modelo de economía circular sintetiza varias escuelas de pensamiento, incluso la economía del rendimiento de Walter Stahel; la filosofía del diseño Cradle to Cradle de William McDonough y Michael Braungart; la idea de biomimética presentada por Janine Benyus; la ecología industrial de Reid Lifset y Thomas Graedel; el capitalismo natural de Amory y Hunter Lovins y Paul Hawkens; el abordaje blue economy, como el descrito por Gunter Pauli.

Como explican desde la fundación Ellen McArthur, las tres características que definen un modelo de producción circular son los siguientes:

  1. Un diseño ecológico, que minimice la contaminación y la generación de residuos: El diseño de envases determina el impacto ambiental después de ser desechado. Por una parte, los expertos en materiales investigan y prueban nuevos envases fabricados con residuos vegetales, que pueden emplearse, por ejemplo, en la producción de envases de alimentos o bebidas. Además, el ecodiseño minimiza el impacto ambiental de ciertos recipientes, ya sea aumentando su capacidad o eliminando los componentes contaminantes.
  2. Uso prolongado del ciclo de vida productos y materiales: en este sentido, el concepto incluye las clásicas ‘tres erres’ del reciclaje: reducir, reutilizar y reciclar, aunque abarca un concepto más amplio, que incluye la ‘reparación’ de productos averiados como alternativa a la reposición, una nueva idea que permita combatir el modelo de ‘obsolescencia programada’, aplicable a aquellos artículos (especialmente mecánicos) que cuentan con una vida útil limitada.
  3. Regeneración del medio natural: la economía circular no solo debe tener como objetivo la reducción del impacto ecológico y el uso eficiente de los recursos. También persigue la máxima recuperación posible de los daños medioambientales producidos. En este sentido, las empresas comprometidas con este nuevo modelo productivo deben demostrar su responsabilidad medioambiental corporativa con acciones o decisiones ecológicas que pueden ir desde la reforestación hasta la participación en proyectos de limpieza de basuras de playas y montes.
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