¿Puede de verdad el 'fast fashion' ser sostenible?

El auge del 'fast fashion' ha generado un debate intenso sobre la sostenibilidad en la industria de la moda.

Opinión24/09/2024Ahora NoticiasAhora Noticias
dsfdf
Foto: Banco de Imagenes

Como señala un artículo de Elle, “el 'fast fashion' es un sistema completamente insostenible e ineficiente”, lo que resalta las críticas hacia marcas como Boohoo, que han intentado adoptar colaboraciones sostenibles. La eliminación de iniciativas como la sección Responsible Edit de Asos, tras sospechas de 'greenwashing', pone de manifiesto la falta de transparencia en este sector y la dificultad de conciliar la moda rápida con la sostenibilidad.

Frente a este panorama, la moda sostenible emerge como una alternativa que busca cambiar el enfoque actual de la industria. Según un artículo publicado por National Geographic, la moda sostenible incluye no solo marcas que adoptan prácticas de comercio justo y respeto por el medio ambiente, sino también modelos de negocio que promueven la reutilización y prolongación de la vida de las prendas. La Alianza para la Moda Sostenible, creada por la ONU, busca contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de una acción coordinada en el sector, cuestionando la lógica del 'fast fashion'.

La economía circular es un pilar fundamental de la moda sostenible, ésta propone un ciclo de producción y consumo responsable, donde se prioriza el uso de materiales no contaminantes, el reciclaje y las condiciones dignas para los trabajadores. Sin embargo, como menciona Jean Verdier en National Geographic, “pocas marcas pueden ser consideradas íntegramente sostenibles”, lo que resalta la necesidad de mayor transparencia en la industria. La búsqueda de un desarrollo más armónico es un consenso entre los impulsores de este movimiento, quienes argumentan que el 'fast fashion' solo se enfoca en el corto plazo.

Expertos como Kavita Parmar y Paola Cirelli destacan la desconexión entre los consumidores y el impacto de sus elecciones de compra. Cirelli señala que “tras cada prenda existen muchas familias que trabajan para que alguien tenga una camiseta”, lo que invita a reflexionar sobre la responsabilidad que los consumidores tienen en la cadena de producción. Este desapego, junto con la cultura de la compra compulsiva fomentada por el 'fast fashion', agrava el daño social y ambiental, haciendo urgente un cambio en la manera de consumir moda.

Finalmente, la moda sostenible, a menudo referida como slow fashion, plantea un modelo de producción más ético y consciente. Según Chávez, “la moda sostenible es sentido común, es humanidad y es pensar en un futuro”, en contraposición al enfoque del 'fast fashion'.

A medida que crece la conciencia sobre el impacto de nuestras elecciones, se hace evidente que la transición hacia un sistema de moda más sostenible es no solo posible, sino necesaria para preservar nuestro planeta y proteger a quienes participan en la industria.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email